Encontrarme con el pavor y la tristeza del final de varios deseos que no pudieron ser. Todos en un puñado formaron un agujero negro en el corazón. Me encontré con el fracaso, la tristeza, el dolor. No poder. No podes. No hay más. Me encontré con el abismo. Sin calor. Sin abrazos. Sin amor. Me encontré perdida. Alienada. Sin rumbo. Sentí el vacío en todo mi cuerpo. Sentí la muerte. Llegó la muerte. Busqué un norte y encontré el sol. Su calor. La tibieza del agua en la piel abrigó esos tiempos. Tuve que resignificar mis sueños. Mis deseos. Mis creencias de toda la vida fueron al deshollinador. Al mirar al cielo y abrigarme con el calor del sol, me iba llenando de vida poro por poro en la piel. Sentir el papel y transformarlo, fue alivio. Fue crear con mis manos llenas de amor un nuevo comienzo y materializado en arte, en movimiento, en color. Darle tridimensionalidad, fue habitar nuevos espacios.